Problemas circulatorios

¿Qué es PAD?

La enfermedad arterial periférica (EAP) es un problema circulatorio que puede provocar efectos negativos graves en los pies y las extremidades. En esta condición, el flujo de sangre se reduce a las piernas o los brazos, a menudo por la formación de placas de grasa (aterosclerosis) en las arterias. Se estima que la PAD afecta a entre 8 y 12 millones de personas en los EE. UU. y, si bien es grave, se puede tratar de manera efectiva si se trata a tiempo.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la EAP?

  • Edad (65 y más en general; 50 y más si hay otros factores de riesgo presentes)
  • Diabetes
  • Fumar
  • Hipertensión
  • Colesterol alto
  • Obesidad
  • Historia familiar

Idealmente, todos los pacientes deberían someterse a pruebas de detección de EAP, pero es especialmente importante si se ve afectado por múltiples factores de riesgo.

Signos y síntomas de la EAP

La PAD temprana puede causar solo síntomas leves o ningún síntoma. Pero a medida que la afección avanza, la creciente restricción del flujo sanguíneo se acompaña de síntomas que aumentan en severidad a medida que pasa el tiempo, si no se tratan.

Uno de los primeros síntomas que experimentan muchos pacientes es el dolor o los calambres en las piernas provocados por la actividad (como caminar), pero que desaparecen después de un breve período de descanso. Esto se llama claudicación. La intensidad del dolor puede variar, pero cuando la PAD es avanzada, la claudicación puede dificultar caminar, subir escaleras o realizar otras actividades diarias simples.

Otros signos incluyen frialdad en los pies o las piernas en comparación con el resto del cuerpo, crecimiento lento del vello de las piernas o de las uñas de los pies, cambios de color en la piel de las extremidades, debilidad/entumecimiento en las piernas o llagas en los pies y las piernas que no no sanar Cuando la PAD está avanzada, el dolor en las extremidades puede persistir incluso cuando está descansando.

Por qué la PAD es peligrosa para la salud de los pies

Cuando el pie no recibe la circulación adecuada, las heridas menores pueden no cicatrizar. Esto permite que se establezca la infección, lo que podría provocar sepsis, gangrena y osteomielitis (infección ósea). En el peor de los casos, la amputación puede ser la única opción para preservar la vida del paciente. El riesgo es elevado para los pacientes diabéticos, porque el nivel alto de azúcar en la sangre también afecta la función del sistema inmunológico, lo que hace que sea aún más probable que una raspadura o ampolla desapercibida se convierta en una úlcera grave en el pie.

En Corona Foot & Ankle, somos expertos en la prevención y el tratamiento de heridas en los pies que pueden resultar de afecciones crónicas como enfermedad arterial periférica, diabetes y más. Utilizamos lo último en técnicas avanzadas de cuidado de heridas para ayudar a curar incluso las lesiones más difíciles. También trabajamos en estrecha colaboración con especialistas, como radiólogos intervencionistas, cuando se necesita atención adicional para restaurar el flujo sanguíneo y promover la curación. PAD no tiene por qué conducir a una reducción de la calidad de vida o amputación. Si tiene PAD y desea mantener sus pies saludables, comuníquese con Corona Foot & Ankle aquí.

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